El bloqueo de las puertas, al parecer con la intención de impedir robos, y la falta de mantenimiento del material eléctrico se apuntan como las causas más probables de la muerte el sábado en un incendio de 55 empleados de una fábrica de colchones en Casablanca, capital económica de Marruecos, según reveló ayer a la agencia AFP un responsable de Protección Civil. Esto explica que, a falta del informe de la policía científica, el juez haya decretado la prisión provisional del director y el gerente de Muebles Rosamor, Adil Mufarreh y su hijo, Abdelali Mufarreh.

"Pudimos constatar en nuestra intervención la carencia total de medidas de seguridad que son obligatorias en una instalación de esa naturaleza", afirmó ayer el comandante regional de Protección Civil del área de Casablanca, Mustafá Tauil. "El empresario tenía ilegalmente encerrados a los trabajadores en los talleres, probablemente para evitar la sustracción de materias primas", añadió. A su juicio, "la falta de mantenimiento de las distintas máquinas e instalaciones eléctricas ayudó a la propagación del fuego".

Una fuente del gobierno local confirmó la falta de medidas de seguridad y las deficiencias estructurales. La fábrica Rosamor, compuesta de un bajo y de tres pisos, "almacenaba productos altamente inflamables", aclaró esta fuente, que precisó que un cortocircuito desencadenó el incendio. Al parecer, los extintores estaban vacíos.