Un paracaidista alemán de 29 años ha fallecido esta mañana al sufrir un accidente mientras realizaba un salto en el aeródromo de Lillo, en Toledo.Un portavoz del aeródromo ha informado a Efe del accidente, ocurrido sobre las 11.30 horas de hoy y que ha costado la vida a M.B., un hombre que saltaba en paracaídas desde 2006 y que había venido a España de vacaciones para practicar paracaidismo en Lillo, donde llevaba varios días saltando.

La citada fuente ha indicado que el paracaídas "se ha abierto perfectamente", pero a unos cien metros de altura, el paracaidista ha iniciado un "giro muy agresivo hacia la derecha y no ha sido capaz de controlarlo", por lo que se ha estrellado contra el suelo. Sin embargo, fuentes de la Subdelegación del Gobierno han indicado a Efe que, según los primeros indicios, el paracaídas no ha llegado a abrirse, extremo que descarta el aeródromo.

Según el portavoz de Lillo, las condiciones eran "perfectas" para saltar y en el momento del accidente había más paracaidistas en el aire.

Los responsables del aeródromo han avisado al servicio de emergencias 112, que ha movilizado una UVI de la localidad de Tembleque, un médico de urgencias y agentes de la Guardia Civil de Toledo. Los sanitarios han llegado al lugar de los hechos unos veinte minutos después del aviso y han tratado de reanimar sin éxito al saltador durante media hora, según el portavoz del aeródromo.

El juez ha levantado el cadáver a las 14.30 horas y posteriormente ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense de Toledo, donde se le practicará la autopsia, según han dicho a Efe fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Toledo.

No es el primer caso

El 30 de mayo, murieron dos personas, cuatro más resultaron heridas y cinco salieron ilesas al precipitarse contra el suelo una avioneta que transportaba paracaidistas a unos tres kilómetros del aeródromo. Murieron el piloto de la aeronave y un paracaidista de origen brasileño cuando la avioneta "cayó a plomo", mientras que los otros nueve ocupantes de la aeronave salvaron la vida al saltar antes del choque contra el suelo.

El pasado 6 de agosto, un hombre británico de 39 años, cuyas iniciales eran A.B., murió en otro aeródromo toledano, el de Ocaña, después de haber realizado un salto de paracaidismo, el primero que realizaba en solitario sin compañía de un instructor.

A finales del mes de agosto, un instructor de paracaidismo tuvo que ser hospitalizado con una lesión en la columna vertebral tras sufrir un accidentado aterrizaje en el aeródromo de Lillo en un salto realizado en tándem junto a un alumno.