Los vecinos de Morón de la Frontera (Sevilla) amanecieron ayer consternados por la muerte de una pareja de 19 y 25 años, que apareció intoxicada dentro de un coche con el motor encendido en el garaje familiar. El padre del joven fue quien descubrió a los cuerpos de los dos jóvenes, que se habían conocido horas antes. Los primeros indicios señalan que la muerte les sobrevino de manera accidental por inhalación de humo. El ayuntamiento de la localidad, de donde eran naturales ambos, ha decretado tres días de luto oficial.

El suceso se produjo el domingo por la noche, cuando el pueblo sevillano celebraba el Carnaval. Según algunos testimonios, los jóvenes, Sandra D. G., estudiante de 19 años, y Javier F. R., de 25 años y propietario de un negocio de internet, se habían conocido en el transcurso de una fiesta. Después, se refugiaron en el interior del garaje del padre de él, cerca del domicilio familiar. Dejaron el motor del coche en marcha para mantener encendida la calefacción y protegerse del frío.

Extrañado por la tardanza del hijo, el padre de Javier se acercó hasta el garaje sobre las once de la noche. Al percatarse de que el vehículo estaba dentro, intentó abrir la puerta, y como estaba cerrada desde dentro, tuvo que echarla abajo, descubriendo los cuerpos dentro del vehículo.

El hombre los llevó a un centro de salud cercano, donde se les intentó reanimar, pero ya habían fallecido. Según fuentes municipales, las investigaciones de la Policía Nacional descartan que se trate de un suicidio, y todo apunta a que la muerte se produjo de manera accidental a causa de la inhalación de humo del coche en un espacio cerrado y de reducidas dimensiones.