La pintora de Salvatierra de los Barros, pero afincada en Badajoz, Manuela Castaño Hernández falleció ayer a las cinco de la tarde en la clínica Clideba, donde estaba ingresada por una insuficiencia respiratoria, una enfermedad que padecía de forma crónica hace una década. El sepelio es a las cuatro de la tarde de hoy en el tanatorio y será enterrada en el cementerio viejo.

Manuela Castaño se fue a Badajoz a los 15 años y ya pintaba. Se licenció en Bellas Artes en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y ejerció la docencia en Conil, Toledo, Montijo y Badajoz, donde pasó por varios institutos.

Su afición a la pintura se remonta a cuando era una niña en su pueblo, aunque su primera exposición importante la organizaron en Badajoz Valhondo, Pacheco y Lancero, en la sala de la Institución Pedro de Valencia.

Castaño estaba casada con el también pintor y escultor extremeño Rafael Piedehierro, y tenían una hija de 19 años. Una de su serie más conocida es la Serie negra , con una fuerte carga social, de la que evolucionó de un expresionismo hacia una figuración muy esquimatizada.