Un nuevo incendio en un viejo edificio del centro de París ocupado por familias africanas causó el lunes por la noche la muerte a cuatro niños y tres adultos y heridas a otras 13 personas.

El fatal siniestro, calcado al que en la madrugada del viernes pasado mató a 17 personas, pone en evidencia la urgencia de encontrar una solución al problema de las viviendas insalubres que en la capital acogen principalmente a inmigrantes con o sin papeles y a otra gente en situación precaria.

El fuego se declaró poco antes de las diez de la noche en el hueco de la escalera de un edificio de cinco plantas, situado en el histórico barrio del Marais. Algunos de sus residentes se tiraron por las ventanas para escapar de las llamas. Fue necesaria la intervención de un centenar de bomberos para controlar el fuego.

El alcalde del distrito informó de que el inmueble estaba ocupado por una "docena de familias de Costa de Marfil" cuya situación legal estaba en vías de regularización. Hace varios años que se denunció que "las condiciones de vida en el inmueble eran inadmisibles y peligrosas".