Raquel Mialdea Celiméndiz, de 21 años, y su hijo Jónathan Antonio, de tan sólo 11 días, fallecieron ayer en el incendio de su vivienda en el barrio de Sant Salvador, en Tarragona. En el piso vivían ocho personas. Las llamas y la densa humareda alertaron a los vecinos que tuvieron que desalojar el edificio. La rápida intervención de los bomberos de la Generalitat evitó que el fuego se propagara a otros inmuebles.

El siniestro se originó en la habitación donde dormía el recién nacido. "Creemos que la madre, al darse cuenta de lo que pasaba, intentó rescatarlo, pero ya no pudo salir del cuarto", explicó un policía. Raquel y Jónathan fueron hallados abrazados y calcinados. La mujer quiso proteger al pequeño de la virulencia de las llamas.