Las identificaciones de los 39 cuerpos que todavía quedan en el cementerio de la Almudena se complican cada día que pasa. Una vez más, varios responsables de criminalística de la Guardia Civil se reunieron ayer con las familias para advertirles de que el proceso será más lento. Con mucha mano izquierda para hacer comprensible el proceso, les contaron que inician una nueva fase de identificación a partir de las radiografías dentales de cada una de las víctimas. Ayer, 14 familias habían entregado las placas de los dientes de sus fallecidos.

La policía científica de la Guardia Civil trasladó a la Almudena su laboratorio móvil, un gigantesco camión habilitado como centro de operaciones para los agentes de bata blanca. Allí se extraerán las radiografías dentales de los cuerpos que quedan por identificar. Al menos, de los que se pueda, porque conviene recordar a efectos de identificación que algunos cadáveres soportaron temperaturas de más de 1.500 grados en el incendio y fueron recuperados cuando estaban muy deteriorados por el fuego.

Esas radiografías se cotejarán con las placas dentales aportadas por los familiares. Pero como recordaba ayer mismo un investigador, no todas las personas van de forma regular al dentista. O, sencillamente como pasa en algún caso, hay consultas cerradas porque el odontólogo está de vacaciones.

Los policías han optado por el cotejo ante la lentitud, por la complejidad, que están teniendo con los perfiles genéticos. Los agentes de las policías científicas de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía han visto que entre los fallecidos hay parientes lejanos que con seguridad ni ellos mismos lo sabían. Y tiene su lógica, la mayoría de las víctimas son de una isla, Las Palmas de Gran Canaria, e incluso muchos viven en una misma localidad. El que muchos sean de la misma familia también lo relantiza.