Felipe de Borbón dedicó ayer parte del discurso que pronunció en la ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Asturias a dos temas de suma actualidad: el cambio climático y la crisis económica mundial. En una gala celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo --que casi se viene abajo por los aplausos cuando el tenista Rafael Nadal se dirigió a recoger el galardón en la disciplina de Deportes--, el hijo del Rey no dudó tampoco en alabar la grandeza de ánimo de Ingrid Betancourt, laureada en la categoría de Concordia y cuyas palabras de agradecimiento tiñeron de lágrimas el auditorio (tanto suyas como del público asistente) al recordar la soledad que sienten los secuestrados.

Tras calificar a todos como merecedores "del más universal reconocimiento", destacó el grave problema de la preservación del medioambiente y de la lucha contra el calentamiento global. De ahí, animó a reducir la dependencia de los combustibles fósiles, sobre todo del petróleo.

SANEAR "CUANTO ANTES" En esta 28 edición, Felipe tampoco obvió el tema de actualidad por antonomasia e invitó a trabajar unidos para estabilizar y sanear "cuanto antes" el sistema financiero. A su juicio, la gestión de ese proceso precisa una gran esfuerzo de concertación mundial, una reflexión que efectuó a falta de tres semanas para la cumbre de Washington, a la que aún no se sabe si asistirá España.

A la hora de referirse a la ganadora del Príncipe de Asturias de la Concordia, felicitó también a las Fuerzas Armadas colombianas por el modo "impecable" como la liberaron, quien dejó en su intervención una frase enmarcable: "Se puede responder con razones a la sinrazón".

La expolítica suramericana perseveró en su mensaje de la no utilización de la violencia e insistió en que la fuerza de la palabra abre puertas. "Hoy debemos más que nunca usar la voz para romper cadenas", reiteró. Recientemente, el Foro de Ermua pidió a la Fundación Príncipe de Asturias que retirara el premio a Betancourt porque, argumentó la asociación, está a favor de la negociación con los terroristas.

Felipe, quien calificó a Rafa Nadal de "tenista genial" y de gran ser humano, recordó en su discurso la figura del golfista Severiano Ballesteros, operado de un tumor cerebral, y también dedicó palabras de elogio a los médicos Pedro Alonso y Clara Menéndez, que trabajan en el centro mozambiqueño de investigación de la malaria del Hospital Clínic de Barcelona.

Otra de las notas emotivas la dio el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo fundador, José Antonio Abreu, recogió el galardón acompañado por músicos de este organismo dedicado a formar musicalmente a miles de niños en situación de marginación social. Horas antes, dieron sonido y color a Oviedo.