La terna extremeña formada por Antonio Ferrera, Miguel Angel Perea y Ambel Posada salieron ayer a hombros de la plaza de toros de Villafranca de los Barros (Badajoz) en la corrida celebrada en honor de la fiestas de la Virgen del Carmen.

Se lidiaron seis toros del ganadero extremeño Juan Albarrán, bien presentados y de juego desigual; primero y sexto fueron aplaudidos en el arrastre por unas 1.600 personas que ocuparon casi la mitad del aforo de la plaza.

Antonio Ferrera: dos orejas. Miguel Angel Perera: dos orejas. Silencio y bronca al presidente que no devolvió al toro que se echó en la arena y hubo de ser apuntillado. Ambel Posada: una oreja. Una oreja.

Antonio Ferrara formó un lío en banderillas y estuvo entregado en el último tercio ante un buen toro, al que le templó la embestida con una habitual alegría.

Miguel Angel Perera apechó con un toro bien hecho pero mansurrón y con tendencia a tablas, aunque cuando embestía metía bien la cara, lo que aprovechó el torero pacense para lucirse en pases cambiados por la espalda, derechazos y naturales ligados conseguidos a base de no quitarle la muleta de la cara del toro.

Por su parte, Ambel Posada tuvo delante un toro probón y tardó en la embestida, que además se quedaba a mitad del pase, que tomaba obligado por la insistencia del matador, en una labor ardua y voluntariosa que la condición del morlaco se encargó de restarle lucimiento. Mucho recorrido y buen son tuvo el toro que cerró plaza, con el que se lució el torero ofreciendo muletazos largos, templados, vistosos y aplaudidos por un público tan entregado.