La presidenta del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) abogó ayer por un control poscondena, a modo de pena accesoria, que permita que los presos peligrosos, una vez excarcelados, puedan ser "razonablemente controlados para evitar cualquier riesgo hacia la ciudadanía", y la fiscala jefa del TSJC, Teresa Compte, explicó que no se recurrió la liquidación de condena porque fue en el 1998 y la doctrina Parot --argumento esgrimido para intentar evitar la excarcelación-- fue dictada por el Supremo en el 2006. Aclaró que "no se pide alargarla, sino que la fecha definitiva de cumplimiento siga el criterio del Supremo".