La Fiscalía de Lleida pide seis años de prisión y multa para Fernando Blanco y Margarita Garau por un presunto delito continuado de estafa por el cual se habrían apoderado de donaciones populares por un importe de 1.111.317 euros que fueron a parar a la Asociación Nadia Nerea, creada por el matrimonio para recaudar fondos con los que supuestamente iban a tratar a su hija, Nadia, de una enfermedad rara. Solicita asimismo que se indemnice a los donantes que han reclamado. Este caso, recordar, causó una gran indignación en todo el país y provocó una oleada de solidaridad con las personas que sí necesitan de estas ayudas para solucionar, en muchos casos, sus problemas de salud.

El fiscal señala que los padres crearon la asociación con el «ánimo de obtener un lucro patrimonial ilícito» a partir de la situación de la menor, que sí padecía tricotiodistrofia, aunque su vida no estaba en riesgo, como habían hecho creer sus progenitores. La acusación pública asegura que la asociación no fue más que «una excusa para recaudar fondos con la intención de destinar el dinero a su propio consumo y ocio».

Entre el 2010 y el 2016, el matrimonio concedió numerosas entrevistas en medios de comunicación, «haciendo participar a su hija menor en actos benéficos con público en directo». También, según el fiscal, usaron como «ardides [a sabiendas de su falsedad] diversos argumentos, como la necesidad de sufragar tratamientos médicos para su hija o intervenciones quirúrgicas en EEUU ante el riesgo inminente de su muerte». En otras ocasiones decían que las donaciones iban a ser destinadas para investigar la enfermedad de su hija o para cubrir los gastos de viajes por Europa, América o Asia. El escrito precisa que el padre de Nadia, «para mover el ánimo de los donantes» e incrementar la captación de fondos, manifestó que él mismo padecía un cáncer de páncreas, pero que posponía su propio tratamiento hasta que su hija no fuera operada. Luego se supo que no era cierto que él tuviera esa dolencia.

PARA PAGAR SUS GASTOS / Las donaciones fueron usadas por Blanco y Garau para pagar el alquiler de la vivienda y de varios locales, así como para la adquisición de vehículos, pagos de hoteles y «compras y consumos diversos», según la fiscalía. Estos gastos eran cargados en las cuentas bancarias a nombre del matrimonio, su hija o la asociación. Además hicieron «frecuentes e importantes» reintegros.

A partir del análisis de estos depósitos bancarios se ha identificado a 5.574 donantes que efectuaron aportaciones de dinero por transferencia, pero no se ha podido saber quiénes son las 1.006 personas que donaron cantidades en efectivo ni los «centenares» que participaron en recaudaciones con huchas o en subastas. Las sumas entregadas iban desde menos de un euro hasta 13.000 euros. Fernando Blanco permanece en prisión y su esposa está libre, aunque perdió la custodia de la pequeña.