La Física sin fórmulas y con aplicaciones divertidas. Esa es la esencia de la exposición que ha organizado la Real Sociedad Económica de Amigos del País, en colaboración con la Asociación para la Fundación Benito Mahedero, para despertar la curiosidad de los alumnos de Secundaria y acercarles de forma sencilla y amena al mundo de la ciencia.

El material que utiliza la asociación para la divulgación científica tiene distintas procedencias. Algunos de los juguetes han sido adquiridos en tiendas de productos asiáticos (como la lámpara de lava); otros son equipos rescatados de la escuela de ITI (la pila de combustible); y también hay muchos cedidos al colectivo. Una selección de todos ellos se ha trasladado al hall de la Económica.

"Esto es física recreativa y, aunque tiene como objeto entretener, se puede aprovechar para aportar información de los principios físicos en los que se basa. Lo importante es despertar la curiosidad de los niños, porque una vez que eso ocurre cualquiera puede adquirir los conocimientos", explica Alfredo Alvarez, coordinador de esta actividad que se ha denominado Jugando con la Física .

Uno de los aparatos que más llama la atención entre los alumnos, según cuenta Fátima Lozano, una de las monitoras que guía a los estudiantes por la exposición, es una varita mágica . Es electroestática y permite dar forma de cometa y sostener en el aire unas pequeñas tiras de papel tiras de papel.

Pero hay otros muchos objetos curiosos, como el denominado termómetro del amor, que responde a la temperatura corporal y el éter que contiene se evapora con mucha facilidad. A más temperatura, mayor grado de enamoramiento. También se muestran juguetes ópticos, que logran que el ojo humano vea una imagen real (en este caso una pequeña rana), pero cuando se quiere tocar desaparece; y otros llamados power ball , que fueron diseñados por la Nasa para que los astronautas pudieran realizar ejercicios de ingravidez. Además, hay maquetas con ejemplos de energía eólica, solar o una máquina de vapor.

Esta actividad, que comenzó el lunes y concluye hoy, se desarrolla dentro de las segundas Jornadas Pro Museo de la Ciencia y la Tecnología que promueve la Económica con el objeto de hacer partícipe a la ciudadanía pacense de la relevancia de este proyecto. En este sentido, Alvarez defendió que un Museo de la Ciencia es "un servicio social" porque, a su juicio, su fin es formar a la gente para que tenga información sobre la que sustentar sus opiniones frente a cuestiones tan importantes como el cambio climático o la energía nuclear.