Desde hace unos meses hay en la barandilla del puente de la Universidad de Badajoz unas flores que nos recuerdan un trágico accidente. Quienes pasamos a diario vemos que los conductores levantan el pie del acelerador cuando el semáforo cambia a ámbar en ese tramo. Parece ser que el alcalde en funciones, el señor Monago , no tiene otra cosa que hacer que ordenar la retirada de unas flores que no entorpecen el tránsito ni de vehículos ni de peatones. Debe de tratarse de una medida encaminada para ver qué sensación se tiene siendo alcalde y mandando, porque las razones esgrimidas no se sostienen en una clase de filosofía del antiguo de 3.º de BUP. El primer motivo aducido se denomina razones de ornato : así que hay que quitar las flores porque no adornan la ciudad y, si me permiten una opinión, creo que Monago podría haber empezado por quitar las mierdas de perro, que hay muchas más que flores. El segundo motivo, el más preocupante, es que hay personas a las que "esas flores les molestan". Desde que lo leí no dejo de pensar en quién puede haberse quejado al ayuntamiento de la presencia de estas flores, cómo será, qué tendrá en la cabeza, qué otras quejas habrá realizado y, sobre todo, qué daño le producen esas flores ¿Será que queremos vivir sin que nos recuerden que tenemos que morir o será que el aburrimiento veraniego nos empuja a tocar las narices al prójimo? Esperemos que alguien dé la cara y diga que es por alergia a las flores: sería más convincente aunque supusiera, por seguir su lógica, tener que alquitranar los escasos parques de la ciudad. http://javierfigueiredo.blogspot.com