"No estamos solos", comentó con risita nerviosa uno de los tripulantes del avión de la Fuerza Aérea Mexicana que, cuando buscaba un avión cargado de droga, se topó y hasta se vio rodeado por 16 objetos volantes no identificados (OVNI) sobre el estado sureño de Campeche. Los aviadores y militares admiten que no tienen "una explicación para lo ocurrido" y, por vez primera, el Ministerio de Defensa entregó la grabación en vídeo al más experto de los ufólogos, o investigadores de ovnis, del país, Jaime Mauzán, quien ayer la difundió por la cadena Televisa.

Las imágenes grabadas por la cámara infrarroja del avión militar el pasado 5 de marzo resultaron ser, como dijo Mauzán, un "documento excepcional". Los tripulantes explicaron que no pudieron ver los objetos a simple vista. Pero los fueron siguiendo con el radar y la cámara, que los muestra brillantes y luminosos, circulares y capaces de efectuar giros bruscos, diseminados o en formación perfecta, a la velocidad del avión --de hélice-- o a velocidades muy superiores.

"¡Ahí va, ahí va!", advirtió el piloto. Durante un par de minutos, los militares creyeron tener en la mira a un avión de narcotraficantes que entraba en el espacio aéreo mexicano: era el objetivo. Después, fueron testigos durante otros seis minutos del deambular de hasta 16 ovnis que aparecieron por todos lados y llegaron a rodearlos y escoltarlos hasta desaparecer de repente. Los radares de tierra registraron también sus movimientos. "Está claro que tenían una energía excepcional", dijeron los científicos que vieron la grabación.

El colmo de la estupefacción vino cuando, repartidas las tareas de seguimiento de los ovnis, el piloto dijo que uno de los objetos se había "parado". El comandante se burló: "¿Está parado? ¸Acaso hay terreno?". El ovni se detuvo, antes de desaparecer. Según Gauzán, "el hecho de que se desplazaran a la misma velocidad y rumbo del avión es un claro signo de inteligencia".