Un mes y medio después de que el juez las reclamara, el Ministerio de Fomento entregó ayer al Juzgado de Corcubión las grabaciones y la transcripción de las cintas de las conversaciones que mantuvieron el capitán del Prestige y la torre de Salvamento Marítimo durante la zozobra previa al hundimiento.

La Abogacía del Estado atribuyó el retraso en la entrega del material a dificultades técnicas de la transcripción de las cintas. Este organismo indicó que las "macrocintas de 16 pistas" que contienen estas grabaciones, empleadas en el Centro de Zona de Control de Salvamento Marítimo, tienen un formato especial que requiere un tiempo determinado para su conversión a un sistema normal. Por eso tuvieron que enviarlas a Madrid para adaptarlas, algo que se hizo "en un tiempo récord".

DOS REQUERIMIENTOS

El caso es que el departamento que dirige Francisco Alvarez-Cascos necesitó dos requerimientos para entregar el material solicitado, una providencia del 25 de noviembre y un recordatorio del 8 de enero. La defensa del capitán del Prestige, Apostolos Mangouras, dirigida por el abogado donostiarra José María Ruiz Soroa, tuvo que volver a pedir estas pruebas para determinar si su cliente desobedeció o no a las autoridades españolas, supuestos hechos por los que se halla en prisión preventiva.

La defensa de Mangouras lamenta que el retraso en el envío de las grabaciones "está dilatando la instrucción de la causa de manera indebida". El letrado también considera que cualquier medida que retrase las diligencias supone un perjuicio "para una persona encarcelada".

El Ministerio de Fomento, sin embargo, aseguró ayer que no ha tenido "ningún interés en dilatar las diligencias abiertas sobre el accidente".

El juez solicitó los informes técnicos que avalaron la decisión de alejar el barco, los documentos que recomendaron la trayectoria del petrolero en su alejamiento y todas las referencias escritas del Gobierno.