El Ministerio de Fomento ha recomendado a las autoridades europeas y estadounidenses que obliguen a la compañía Boeing a incluir en sus manuales de mantenimiento instrucciones para reparar una avería que podría estar relacionada con el accidente que sufrió un MD-82 de Spanair el pasado 20 de agosto en Barajas, en el que murieron 154 personas.

La recomendación figura en el último informe elaborado por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), que depende de Fomento.

El documento solicita a la Administración de Aviación Federal de EEUU y a la Agencia Europea de Seguridad Europea que exijan al fabricante estadounidense la incorporación de instrucciones específicas "para la detección del origen y la resolución de la avería consistente en el calentamiento en tierra de la sonda de temperatura RAT".

La necesidad de incluir esas guías afecta a los manuales de mantenimiento y averías de los modelos DC-9, 717, MD-90 y el MD-80, familia esta última a la que pertenecía el avión siniestrado. Según se relata en el informe, el aparato de Spanair tuvo un problema de calentamiento de la citada sonda cuando se encontraba en la cabecera de pista preparado para despegar.

Tras ser examinado en la plataforma, los técnicos decidieron quitar el fusible de la calefacción y dar el visto bueno al despegue, que finalmente acabó en tragedia.

FALLO DE LA ALARMA La calefacción de la sonda RAT, que no debería funcionar mientras el avión está en tierra, está asociada al mismo dispositivo (el relé R-25) que suministra información al sistema de avisos de despegue (TOWS). La alarma falló y no pudo alertar de que los flaps (pestañas que tienen las alas para dar estabilidad al aparato) no estaban desplegados, lo que causó la catástrofe.

El juez que investiga el caso imputó hace cuatro meses al jefe de mantenimiento de Spanair en Barajas y a uno de sus mecánicos, al estimar que deberían haberse percatado de que la avería de la sonda podía ser síntoma de un fallo multifuncional. La constatación de que en los manuales no figuraban indicaciones concretas sobre este tipo de anomalías podría aminorar la responsabilidad de los dos técnicos.

El informe también detalla los argumentos utilizados por Boeing para defenderse. El fabricante reconoce que "no existe un apartado denominado específicamente y que de manera concreta se encamine hacia la detección del origen de un calentamiento en tierra", pero matiza que en el manual existen "múltiples referencias" que servirían para hacerlo.

La comisión no está de acuerdo porque consultó esta cuestión con varias compañías y extrajo una conclusión meridiana: "No había un conjunto de pasos únicos a seguir, dependiendo estos pasos, en muchos casos, de la experiencia propia del personal de mantenimiento".