La última sesión del juicio de Jaime Jiménez Arbe, alias el Solitario , que ayer quedó visto para sentencia, comenzó con el retrato que de él hicieron los médicos forenses, continuó con la intervención del fiscal en la que este le tildó de "criminal sin escrúpulos" y acabó con el propio atracador de bancos, que volvió a ofrecer uno de sus delirantes espectáculos.

En opinión de los médicos, el delincuente, que fue atrapado en julio del 2007 en Portugal después de robar 36 bancos en 15 años y al que se le juzga en Pamplona por su presunta responsabilidad en el asesinato de dos guardias civiles en Castejón en el 2004, es una persona "teatral" e "histriónica" que "quiere ser el número uno en muchas cosas". El propio Jiménez Arbe pareció darles la razón poco después. El Solitario defendió su "absoluta inocencia" y dio el pésame a las familias de los agentes muertos.