Cuando el Universo era un bebé que balbuceaba, apenas 380.000 años después del Big Bang, emitió una radiación, una luz residual. Y ahora, después de millones de años de recorrido, nos ha llegado y acaba de ser capturada por una sonda de la NASA. Las imágenes son espectaculares.

Las fotos permiten confirmar la edad del Universo (13.700 millones de años) con un margen error ínfimo (1%), pero posiblemente sea más curioso otro resultado: la materia tal como la entendemos nosotros, la esencia que lo forma todo, sólo supone el 4% del Universo. El resto, el 96%, no está muy claro lo que es. "Estos datos son sólidos, una verdadera mina de oro", dice Charles Bennett, jefe de la misión.

Las fotos captadas por la sonda WMAP o Wilkinson, lanzada en el 2001, pueden consultarse en internet en el Centro Espacial Goddard (http://www.gsfc.nasa.gov). El mapa principal, de estructura ovalada, muestra áreas de alta temperatura (colores amarillos y colorados), que corresponden a semillas de galaxias, y zonas frías (azul), que son los espacios con menos materia. La sonda, que se encuentra a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, tiene por misión trazar una cartografía precisa del Universo: se trata de un telescopio-termómetro capaz de distinguir fluctuaciones térmicas del orden de millonésimas de grado. En términos humanos, es como si se hubiera obtenido una foto del día del nacimiento de lo que ahora es un anciano de 80 años.