El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, criticó la actitud de los pescadores gallegos, que ayer reanudaron las capturas con cierto escepticismo, de los que dijo que "hay quien se queja incluso de vicio". El veterano político añadió que los marineros "nunca tuvieron las compensaciones que ahora", a las que calificó de "acto de generosidad", y recordó la "rapidez" con la que reaccionó su Gobierno en relación con casos similares como los naufragios del Urquiola, Casón y el Mar Egeo.

El presidente gallego indicó que tiene "la conciencia muy tranquila" respecto a "todo lo que se hizo y lo que no se hizo" en Galicia tras la catástrofe del buque hundido Prestige .

También se refirió a los autocares que varios ayuntamientos socialistas y nacionalistas fletaron para facilitar el viaje de los gallegos a la manifestación de Nunca Máis en Madrid el domingo. Según Fraga, pagar el transporte con dinero público es "prevaricación", aunque su partido lo va a hacer en Valencia, donde la Generalitat, gobernada por el PP, subvenciona con fondos públicos una manifestación en apoyo del Plan Hidrológico Nacional. En opinión del presidente de la Xunta, la diferencia entre ambos casos es que el viaje de los valencianos es "por el interés general", mientras que el de los gallegos es "politiquería sucia".

Fraga comentó también el retraso en los planes de promoción turística de Galicia, motivados porque las cosas "hay que hacerlas bien" y no poner, dijo, "una dama en pelotas", en referencia al cartel de promoción turística en el exterior retirado por Turespaña por "sexista".

El dirigente de la Xunta calificó de "broma" la contestación que dio a la joven que le dijo "Fraga, cabrón, limpia chapapote". El político gallego le contestó: "Porque eres mujer, si no te daba dos..." "Si fuera un hombre le hubiera dicho algo más que palabras. Ante una mujer, le dije simplemente lo que con humor le tenía que decir", indicó.

POCA PESCA

Mientras el presidente se pronunciaba en estos términos en Santiago, los marineros reanudaban la pesca en las Rías Bajas. Sólo un 10% de las embarcaciones autorizadas se hicieron a la mar. El mal tiempo y las trabas burocráticas retrasaron la vuelta al trabajo.

Muchos marineros autorizados prefieren dedicarse a la almeja, un producto que ha demostrado su rentabilidad en los mercados, en vez de arriesgarse a capturar otras especies de salida incierta. Otros se desanimaron al ver que los permisos transmitidos por la Xunta a Capitanía Marítima tardaban más de lo esperado. Al final, de los casi 500 barcos autorizados sólo faenaron 68.

La media de capturas fue aceptable, algo inferior a lo habitual en esta época, con el choco (una especie de calamar) como producto estrella. "Echar las redes y ver que recoges pescado, y no fuel, te produce una emoción especial", dijo Antonio, de O Grove.