LA MADRE, y ya no sólo el padre, podrá transmitir su apellido a los hijos en Francia, según una reforma de hace dos años cuya aplicación se publica ahora. Así, los nacidos a partir del próximo 1 de enero podrán llevar el apellido del padre, de la madre o de los dos, en cualquier orden pero siempre y cuando no supere los dos apellidos.