El español Francisco Arce Montes fue condenado ayer en Francia a 30 años de prisión, con 20 de cumplimiento obligatorio, por el asesinato y la violación de la adolescente británica Caroline Dickinson hace casi ocho años.

El Tribunal de lo Criminal de Rennes (noroeste) consideró que el español asesinó de forma voluntaria a la joven, de 12 años, que apareció muerta y violada el 18 de julio de 1996 en un albergue juvenil de Pleine-Fougeres, cerca del municipio turístico Mont-Saint-Michel.

El veredicto, leído por la presidenta del Tribunal, Fabienne Doroy, considera a Arce Montes "culpable del delito de homicidio de menor de 15 años acompañado de violación" y señala que, tras deliberación, los nueve miembros del jurado, concluyeron que "el acusado ha dado muerte voluntariamente a Caroline Dickinson".

Arce Montes, nacido en Gijón hace 54 años, escuchó imperturbable la lectura de su condena. Ahora tiene cuentas pendientes con la justicia en Alemania, Suiza y EEUU, siempre por delitos sexuales.

Pese a que la sentencia no ha seguido la petición de la fiscalía, que reclamaba la cadena perpetua, los padres de la adolescente recibieron con lágrimas en los ojos la lectura del veredicto y afirmaron que tras la condena de Arce Montes podrán "empezar a reconstruir" sus vidas.

LA DEFENSA, CONTENTA La defensa, que tiene diez días para apelar la sentencia, algo que no precisó si hará, se mostró satisfecha porque el jurado no se ha dejado influir por la presión mediática que rodeó el caso y porque no ha pronunciado la pena de cadena perpetua.

"No es la decisión que esperábamos, pero al menos no ha sido la cadena perpetua. Antes de apelar tenemos que discutir con nuestro cliente", afirmó el letrado Olivier Dersoir.

Preguntado sobre la reacción de Arce Montes, el abogado señaló: "todavía no ha tenido tiempo para reaccionar, para asumir que va a pasar los próximos 30 años en prisión".

La defensa había admitido en su alegato final el delito de violación pero no el de homicidio.