El Ministerio de Agricultura francés confirmó ayer que varios establecimientos de ese país habían recibido 13 lotes de huevos contaminados con el pesticida fipronil. Las partidas proceden de Bélgica y Holanda, países que están siendo investigados por la UE a causa de la presencia de dicho pesticida en huevos que exportan a Suiza, Suecia, el Reino Unido, Alemania y Francia. La UE prohíbe el uso de fipronil para uso alimentario en el ámbito comunitario.

Holanda confirmó el pasado viernes que había distribuido huevos a los cinco países citados, informó ayer la portavoz comunitaria Anna-Kaisa Itkonen en la sede de la Comisión Europea (CE). «Es responsabilidad de las autoridades nacionales investigar las granjas implicadas y tomar las medidas adecuadas, así como informar a la CE de sus hallazgos si los hubiera», indicó Itkonen.

En Bélgica, donde también fueron detectados huevos con fipronil, aunque en menores niveles que en Holanda, la agencia federal para la seguridad de la cadena alimentaria (Afsca) ha bloqueado la actividad de varias granjas. La fiscalía de Amberes ha iniciado una investigación. Los ministros belgas de Agricultura, Denis Ducarme, y Sanidad, Maggie de Block, comparecerán mañana ante la CE para dar explicaciones sobre el alcance de la contaminación de huevos con fipronil, una toxicidad de la que, no obstante, las autoridades belgas tienen noticia desde el pasado junio. La Comisión Europea fue informada el 20 de julio.

CONFUSIÓN / La situación ha generado confusión y fuertes críticas al Gobierno belga y a los organismos comunitarios por parte de asociaciones de consumidores, precisamente a consecuencia de la tardanza con que se ha informado de esta contaminación. La Afsca ha intentado tranquilizar a los ciudadanos al afirmar que los niveles de fipronil hallados en los primeros análisis de varias partidas de huevos holandeses y belgas están «diez veces por debajo» de los límites considerados de riesgo para el consumo humano.

En Holanda permanece bloqueada la actividad de 200 granjas avícolas, lo que ha dejado sin huevos las estanterías de los supermercados.