El Parlamento francés ha adoptado un proyecto de ley que endurece sensiblemente las sanciones para las infracciones de tráfico que provoquen accidentes y que podrán ser castigadas hasta con 10 años de cárcel.

El reforzamiento de la seguridad vial era una prioridad del programa electoral del presidente francés, Jacques Chirac, que pretende acabar con lo que denomina "violencia en la carretera". La ley, aprobada por la Asamblea Nacional francesa tras largas discusiones, castiga con dureza a los responsables de accidentes mortales, para los que prevé penas de hasta cinco años de cárcel en caso de homicidio involuntario. La sanción podrá llegar a los 10 años si existen circunstancias agravantes, como el exceso de velocidad o conducir bajo los efectos del alcohol.

El objetivo del Gobierno francés es que el rigor de las medidas y la dureza de las sanciones obligue a los automovilistas a cambiar de mentalidad al volante. La ley ha sido respaldada tanto por la izquierda como por la derecha. Los partidos están decididos a hacer bajar, aunque sea a base de castigo, las negras estadísticas de los accidentes de carretera. En las carreteras francesas mueren cada año más de 8.000 personas y otras 120.000 quedan heridas.

"Este proyecto responde a una demanda de los franceses, que se han dado cuenta de la gravedad de la delincuencia viaria en Francia", afirmó el ministro francés de Justicia, Dominique Perben.