El móvil se ha convertido en la cuarta causa de muerte de los conductores franceses. Cada año, unos 300 automovilistas fallecen por este motivo. Estos alarmantes datos han llevado al Gobierno a lanzar una impactante campaña de sensibilización contra el extendido hábito de hablar por teléfono al volante. Los expertos reclaman incluso la prohibición de usar el manos libres.

El anuncio televisivo muestra a un hombre de unos 40 años que habla por el móvil mientras conduce. Le explica a un amigo el sueño que ha tenido esa noche, en el que se queda desnudo en medio de una piscina llena de gente. "No te pierdas lo que viene, una historia de locos...", parlotea entre risas el protagonista del espot en el momento en el que aparece esta frase en la pantalla: "¿Quieres conocer lo que sigue? Ahí lo tienes". Inmediatamente, El vehículo choca con otro de forma violenta en un cruce y se lleva por delante arrolla a un motorista. El espot concluye con el conductor levantando la cara ensangrentada del airbag y una leyenda: "Conducir al teléfono multiplica por cinco el riesgo de accidente".

El objetivo es llamar la atención sobre la inconsciencia de un gesto casi mecánico. Los expertos en seguridad vial afirman que no es tanto el hecho de manipular el teléfono lo que causa los accidentes, sino la conversación que acapara la atención del conductor. Según un estudio de la Universidad de Pittsburgh (EEUU), hablar por teléfono disminuye en un tercio la concentración de los conductores que tienden a desviar su trayectoria hacia el centro de la calzada. De ahí que los especialistas juzguen necesario extender también al manos libres el veto de hablar por el móvil.

El Gobierno francés estudia la propuesta a la vista de que el artilugio --más o menos tolerado-- no solo no evita los accidentes, sino que permite disimular una infracción de la ley. Hablar por teléfono al volante supone una multa de 35 euros y dos puntos menos en el carnet de conducir.