Desde las islas británicas hasta Polonia, toda Europa occidental se halla cubierta por un manto blanco de grosor variable en un diciembre excepcional. Desde el invierno 1962-1963, no había en Europa una situación tan prolongada y tan extensa de frío --con temperaturas 10 grados por debajo de la media-- y nieve, según el meteorólogo Alfred RodríguezPicó. A lo sumo 1982 y quizá 1996. El origen de todo el proceso es una entrada de aire frío procedente del Artico que se quedó atascado, sin salida, en Europa central. La situación más inusual se vive posiblemente en las islas británicas y más en concreto en Irlanda, caracterizada por sus inviernos suaves.