Josef Fritzl, el carcelero de Amstetten , no es un monstruo, sino un hombre lleno de misericordia que ha perdonado y salvado las vidas de sus víctimas. Este fue el mensaje que el electricista austriaco transmitió ayer, a través de su abogado, a la opinión pública para contrarrestar "la información parcial y unilateral" que están ofreciendo los medios de comunicación.

Fritzl fue interrogado ayer por primera vez por la fiscala que investiga el encierro y las violaciones a las que sometió durante 24 años a su hija Elisabeth, con la que tuvo siete hijos, que nacieron en un calabozo subterráneo debajo de la casa familiar en Amstetten.

"Yo no soy un monstruo. Los podría haber matado a todos y entonces nadie se hubiera dado cuenta nunca de todo esto. Si los hubiera matado, no estaría aquí, nadie me hubiera preguntado nunca por ellos", dijo Fritzl en la prisión de Sankt-Pölten a su abogado, Rudolf Mayer, refiriéndose a su hija Elisabeth y a Kerstin (19 años), Stefan (18) y Félix (5), tres de los siete hijos que tuvo con ella y que vivían también secuestrados en el sótano.

INGRESO EN EL HOSPITAL Fritzl fue aún más allá, al afirmar que Kerstin, cuya enfermedad e ingreso en el hospital sirvió para destapar el drama, le debe la vida: "Fui yo quien la llevó al hospital. Sin mí, Kerstin ya no estaría viva".

Su hija-nieta nació en 1989 en la mazmorra donde desde hacía cinco años ya malvivía su madre, Elisabeth. Hasta su visita al hospital, Kerstin no había salido nunca del búnker subterráneo. La joven se recupera favorablemente, aunque los médicos la mantienen en un coma inducido.

RECURSO DE LA DEFENSA Las polémicas declaraciones de Fritzl, de 73 años, publicadas por el diario sensacionalista sterreich , son las primeras del electricista desde que fue detenido hace 11 días en su casa de Amstetten. Ya que es el propio abogado quien las ha hecho públicas, parecen coincidir con el interés del letrado de que a su cliente se le diagnostique una enajenación mental para que ingrese en una clínica psiquiátrica y se libre de una condena penal. Con este argumento, Mayer ya ha presentado un recurso contra el decreto de prisión provisional.

Las declaraciones han coincidido con el primer interrogatorio de la fiscala Christiane Burkheiser, que se prolongó por espacio de dos horas y en el cual el también llamado padre del incesto se mostró "cooperativo", según un portavoz de la fiscalía de Sankt-Pölten.

El primer interrogatorio de la fiscala fue meramente orientativo, ya que esta se limitó a preguntar a Josef Fritzl por su biografía personal y su carrera profesional, sin adentrarse todavía en los pormenores del calvario al que sometió a sus familiares durante 24 años.

Según anunció la fiscalía, el próximo no se producirá hasta dentro de dos semanas, cuando la policía haya terminado la minuciosa investigación que lleva a cabo en el calabozo construido por Fritz debajo de su jardín.