A los vecinos del parque de casas móviles Oakridge, en Sylmar (California), les sonaba a insulto que su comunidad fuera llamada parque de tráilers. Sí, sus propiedades eran casas modulares, prefabricadas en lugares remotos y trasplantadas a un terreno, pero tenían garaje, porche y jardín. Y sí, estaban situadas cerca una de la otra, pero formaban una comunidad privilegiada con pistas de tenis, piscinas y junto al Bosque Nacional Angeles.

Esos vecinos, que hablaban con orgullo de sus casas, lloran ahora desesperados. Casi 500 de las 600 viviendas del parque Oakridge quedaron reducidas a cenizas este fin de semana, cuando los vientos huracanados extendieron en tres zonas del estado otros tantos grandes incendios. Y en gran parte la devastación se podía haber evitado.

Lo reconoció el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, que el domingo habló sobre las causas y posibles soluciones. "Deberíamos empezar a pensar en construir las casas móviles con los mismos retardantes de ignición que se usan en zonas propensas al fuego donde se edifican viviendas", explicó el culturista. En el fuego Tea , que empezó a arrasar el área de Montecito el jueves y que ayer ya estaba casi controlado, han ardido 210 casas, incluyendo mansiones y firmes construcciones de piedra. En el tercer incendio, Freeway Complex , han ardido otros dos centenares de casas.