El incendio que estos dos últimos días arrasó 1.300 hectáreas de bosque en las cercanías de Vandell²s se acercó tanto a la central nuclear instalada en esa localidad que obligó a refrigerar algunas de sus dependencias. Un total de 46 dotaciones de bomberos permanecía, al cierre de esta edición, remojando la zona, tras conseguir controlar el fuego a las 20 horas.

Fuentes de la subdelegación del Gobierno de Tarragona señalaron que el incendio llegó a las verjas de de Vandellós 2, parada desde el pasado miércoles por una avería. El portavoz de la central, Paco Moragas, explicó que "había humo en el interior del recinto" y que se "refrigeró la sala de control central para mantener la temperatura constante".

SEIS HORAS DE ALERTA Aunque los bomberos protegieron Vandell²s 2 en todo momento, el protocolo de seguridad obligó a activar el Plan de Emergencia Nuclear de Tarragona (Penta). La decisión la tomó a las 0.55 de la noche el delegado del Gobierno Joan Rangel, a indicaciones del Consejo de Seguridad Nuclear.

Aunque fue desactivada pocas horas después, a las 6.40 de la mañana, la orden de poner en marcha el Penta suscitó ayer diversas reacciones. La medida fue criticada por el alcalde de Vandellós, Josep Castellnou: "Se alarmó a la población innecesariamente y no se ha sabido explicar que esta fase del Penta consiste sólo en aumentar la información entre los ayuntamientos y autoridades". Sin embargo, muchos de los evacuados explicaron que la policía local y la Guardia Civil les comunicaron que tenían que irse porque se había activado el Penta.

El delegado del Gobierno en Tarragona, Xavier Sabaté, respondió al alcalde de Vandell²s que "más vale pecar por exceso que por defecto ya que hace unos años, en otro incendio cerca de aquí, se criticó que no se hubiera activado el Penta". Precisó que el plan se activó en Nivel 0, que "equivale a iniciar la maquinaria de emergencia". El caso llegó ayer al Congreso.