Así es, se nos fue Juan Ramón un día antes de comenzar las Ferias de San Isidro. "Me he quedado sin ver las corridas de la Feria de Abril" --decía, y nosotros le animábamos: "Pero te quedan las de San isidro...", y él iniciaba una media sonrisa cuando me comentaba: "He llorado de emoción cuando vi la faena de Talavante". Porque la pasión de Juan Ramón, sin restarle importancia al fútbol, eran los toros. Ya de pequeño --ocho o nueve años--, pedía a algún familiar, en las ferias de mayo, que le llevase al hotel donde se alojaban los toreros para pedirles un autógrafo. "Yo hubiera sido, de no tener la polio, ¡Torero!" Eso seguro. Sus amigos le recuerdan en una plaza desierta, de tanta solera como la de Sevilla, dando la vuelta al coso taurino, en su silla de ruedas...

Y desde luego había toreado al toro de la vida, dando lances perfectos.

Juan Ramón y los toros ...

Juan Ramón y la música ... Era Premio Nacional de Música en Radio Nacional de España.

Juan Ramón y el fútbol ... De su cantera del equipo que él fundó El Olímpico y donde ejercía de entrenador, salió Manolo , del Atlético de Madrid, y tantas y otras figuras. Pasados los años yo hablaba con algún destacado cacereño y me decía: "Yo jugué con Juan Ramón, de chiquillo, en El Olímpico ".

Juan Ramón y la pintura : con sus cuadros taurinos que trascendían el arte de Cuchares . Lo llevaba en la sangre, pariente del inventor de las chicuelinas --Manuel Jiménez, Chicuelo -- me decía, "cuando vuelva alguna vez a Sevilla, no me quedo sin saludar a las hijas de Chicuelo , que aún viven en la Alameda de Hércules .

Juan Ramón durante muchos años en los campamentos de la OJE, ocupándose de tantos niños. Y esculpiendo en tiza maletillas en noches de luna, toreros en la plaza... picadores caídos...

Y durante un tiempo cantando en algunas ferias de pueblos cacereños, acompañado de Fito. O presentando a Laviana y Franquete, dando el contrapunto a los simpáticos humoristas. Había compuesto una canción: Los maletillas y otra, Plaza Mayor , dedicada a nuestro Cáceres Patrimonio de la Humanidad.

Tocaba todos los palos, como dicen los flamencos y me acuerdo de esa copla: "La Petenera se ha muerto, ya la llevan a enterrar, no cabían por las calles, no cabían por las calles, la gente que iba detrás.. La Petenera se ha muerto, ya la llevan a enterrar...".

Juan Ramón se ha marchado cuando despuntaba la primavera y se ha marchado casi en silencio; pero ha dejado muchos amigos que se irán enterando cuando dejen de verle en su silla de ruedas.

El señó Juan , Martín y Alfredo, volverán algún día a Sevilla, seguro, pero ya no será lo mismo sin Juanra , sin su alegría de niño grande, sin sus bromas y marcando los itinerarios: "Tenemos que ir al Gran Poder , a la Macarena, a la Esperanza de Triana" y a su Maestranza... Por él me acostumbré a ver en la tele la madrugá sevillana, todas las Semanas Santas.

Adiós, Juan Ramón, no has podido llegar a ver este año los San Isidro . Pero tú mismo has dado una vuelta completa en la plaza de la vida, con ovación y aplausos de los que te hemos conocido. Pienso que desde algún lucero lejano nos observas y nos haces un guiño.

"Silencio, los mayorales están durmiendo. Los toros en las dehesas andan inquietos...".

Porque todos, querido hermano, tío, compañero, amigo, te echaremos de menos.

Mary-Sol Rodríguez

Locutora de RNE