Madrid sufrió ayer una fuerte tormenta de granizo que paralizó calles y aceras. Tras un jueves de tormentas que colapsó la ciudad, a mediodía los carteles de la M-30 ya avisaban a los conductores del peligro de fuertes tormentas, una predicción que se cumplió poco antes de las 15 horas.

Las fuertes lluvias provocaron cancelaciones de vuelos, desvíos a otros aeródromos, grandes retenciones de tráfico en numerosos puntos de la red viaria, retrasos en trenes y cortes en carreteras de la región. Dieciséis vuelos que debían aterrizar en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas fueron cancelados y veinticuatro desviados a los aeródromos de Alicante, Valencia y Barcelona a causa de la tormenta. La zona de Barajas se vio muy afectada, provocando importantes goteras en la T-4 por filtraciones de agua.

Acumulaciones de agua en las aceras, caídas de ramas, encharcamientos en la vía pública, goteras, problemas en el alcantarillado, cornisas y macetas caídas en la vía pública han sido los hechos más significativos en la ciudad, ocasionados por la tormenta iniciada a las tres de la tarde.