Beatriz de Borbón y Battenberg recibió ayer los últimos honores de infanta de España en el funeral celebrado en la basílica de San Lorenzo de El Escorial. Los Reyes (en la foto superior izquierda) presidieron la ceremonia con la que se dio el adiós oficial a la última descendiente directa de Alfonso XIII. La infanta Beatriz murió el 22 de noviembre en Roma, donde residía desde 1931, a los 93 años.

El funeral solemne contó con todos los elementos protocolarios correspondientes a una ceremonia oficial. Los Reyes, con el Príncipe, la infanta Elena y los duques de Palma (foto central), se ubicaron junto al altar mayor, mientras que en las primeras filas de la basílica se situaron los hijos y nietos de la fallecida, entre ellos Alejandro Lecquio, y el resto de los familiares del Rey, parientes de la infanta Beatriz.

PRESENCIA DEL GOBIERNO

En el banco de las autoridades se sentaron los representantes de las altas instituciones del Estado, encabezados por el presidente del Gobierno, José María Aznar (en la fotografía superior derecha), quien acudió acompañado de su esposa Ana Botella. También estuvieron la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, el presidente del Senado, Juan José Lucas, los vicepresidentes del Gobierno, Rodrigo Rato y Mariano Rajoy, el ministro de Justicia, José María Michavila.

La ceremonia también tuvo carácter abierto, así que además de los asistentes por protocolo, representación e invitación, como el caso de la duquesa de Alba, pudieron acceder al templo todos los ciudadanos que lo desearon. Esa circunstancia permitió a Ana Obregón asistir a la misa y ganarse su cuota de protagonismo. Como se recordará, Ana mantuvo hace 10 años una relación sentimental con Alessandro Lecquio, nieto mayor de la finada, de quien tuvo un hijo, Alejandro, quien a su vez es biznieto de la fallecida. Ayer, al salir del funeral, Ana y Lecquio se saludaron con un beso, como se aprecia en la foto inferior.