Las organizaciones Greenpeace y Ecologistas en Acción rechazaron ayer entrar en el debate y colaborar en la búsqueda de la "opción menos mala" para ubicar los residuos nucleares mientras el Gobierno no ponga en marcha un plan de cierre de las centrales del parque atómico español y "tape el grifo de la producción de más residuos".

Las dos entidades participaron en la primera reunión de la Mesa Nuclear, creada por el Ministerio de Industria para debatir el problema de los residuos nucleares. En la sesión, en la que participaron representantes de todos los sectores implicados, el Gobierno expuso la intención de elaborar un plan de residuos nucleares y la Empresa Nacional de Residuos (Enresa) defendió recogerlos en un emplazamiento de Almacén Temporal Centralizado (ATC).

Los responsables de Greenpeace y Ecologistas en Acción, Carlos Bravo y Francisco Castejón, insistieron en que el cierre de las nucleares forma parte de las promesas electorales del PSOE y del programa de Gobierno. A su juicio, Enresa no encontrará consenso social para este "problema irresoluble" si pone en marcha sus proyectos de cementerios nucleares sin cerrar antes las centrales.