Tras ocho meses de negociaciones, el periodo fijado para alcanzar un pacto educativo llega a su fin. El ministro de Educación, Angel Gabilondo, no da un balón por perdido y hoy intentará, antes del pitido final, cerrar un acuerdo en una reunión con la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Pero esta lo ha puesto casi imposible. No habrá acuerdo, según advirtió ayer, si el ministro no admite "un sistema educativo igual en toda España, con independencia de las competencias de las comunidades".

La última propuesta del ministro, de 12 objetivos y 148 medidas, presentada hace 15 días, incluye avances en cuestiones académicas y en las relacionadas con el profesorado y la enseñanza concertada y una oferta de financiación de 1.570 millones de euros.

A pesar de las cesiones, el PP sigue haciendo bandera de dos puntos o líneas rojas que dificultan sobremanera un pacto: que se garantice la enseñanza en castellano como lengua vehicular en toda España y que se reconozca al profesorado como autoridad pública. UGT y CCOO, tras la promesa de prorrogar la jubilación a los 60 años de los docentes, están dispuestos a aceptar el acuerdo.