La Xunta de Galicia acordó ayer reanudar la captación de agua del río Umia que abastece a 100.000 personas de nueve municipios de la ría de Arousa, en Pontevedra, tras comprobar que el vertido tóxico producido por un incendio en la empresa química Brenntag de Caldas de Reis no ha contaminado los pozos y después de frenar con diques el avance de la mancha hacia el mar.

También decidió reabrir los bancos de mariscos del sur de la ría cerrados el sábado como medida cautelar ante el riesgo de que el vertido alcanzara el Atlántico. La consejera de Pesca, Carmen Gallego, aseguró: "No ha llegado ni una sola gota de agua tóxica a la ría".

El comité de urgencia creado decidió que continúen los trabajos de construcción de tres diques para bloquear la mancha que contiene seis componentes químicos derivados del petróleo, así como la instalación de una tubería paralela al río para puentear el vertido, que puede entrar en servicio mañana.

la mancha tóxica, de cinco kilómetros de longitud, según el departamento de Medio Ambiente, está situada en uno de estos diques instalados en el río, los cuales actúan como filtro, ya que se han recubierto de elementos como magnesita, corteza de eucalipto triturado y carbono activo en grano.

El presidente de la mancomunidad de municipios de la comarca de Salnés, Jorge Domínguez, dijo a Efe que la población "solo debe consumir el agua necesaria", debido a que el río lleva poco caudal. El sábado y ayer por la mañana, los afectados recibieron agua mediante cisternas, excepto en Vilagarcía, Ribadumia y O Grove.