Esta podría ser la historia de dos caballos peregrinos, pero sus jinetes les usurparán el protagonismo de la experiencia en su trotar por el Camino de Santiago. Curro González y José Miguel Parejo, villafranqueses que son cuñados y tienen en común, entre otras cosas, su pasión por los caballos y por el Camino de Santiago. Y esa afición les ha llevado en este mes de agosto a completar los setecientos cincuenta kilómetros del camino francés que separan Roncesvalles del Apóstol Santiago, una ruta que han realizado en tres años, a una media de doscientos cincuenta kilómetros por año.

Son la gran atracción del camino. "La gente quiere hacerse fotos con nosotros y acarician a los caballos, son muy amables, nosotros llevamos en la parte de atrás de la montura la viera que nos identifica como peregrinos del camino", cuenta Curro González que ya recorrió hace unos meses la ruta de este año "para comprobar si lo que vimos por internet respondía a la realidad en cuanto a alojamientos, servicios y demás necesidades especialmente para los caballos".

Que el final de la ruta coincida con el Año Santo Xacobeo "ha sido una casualidad", confiesa González, que refleja con orgullo que ambos representan "a dos colectivos de la localidad de Villafranca que se unen en nuestra experiencia, por un lado la Asociación Cultural Ecuestre de la que forma parte José Miguel, y por otra la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, de la que soy integrante, ambos unidos por el símbolo primitivo del camino que era el caballo".

Este año han vivido la experiencia junto a algunos amigos que han decidido compartirla con ellos y destacan que "lo mejor es que en el Camino somos peregrinos sin más, intercambias culturas, experiencias, conoces a mucha gente también anónima, y te engancha".

Precisamente así conocieron hace unos años al empresario de moda gallego Javier Cañas Caramelo, que en agradecimiento al trato recibido a su paso por la localidad pacense quiso regalarles un cruceiro, que fue donado al pueblo de Villafranca por estos vecinos, entre los que se encuentran estos jinetes peregrinos, y que luce junto al Santuario de la Patrona, la Virgen Coronada.

El primer tramo a caballo lo realizaron en 2008, desde Roncesvalles hasta Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), el segundo fue el año pasado desde aquí hasta Rabanal del Camino (León) y de ahí partieron este año para alcanzar la ciudad compostelana. Curro anuncia que no descartan plantearse vivir la experiencia de nuevo pero por el camino de la Vía de la Plata.

Recuerda lugares tan típicos como la Cuesta de Santo Domingo, donde se corren los sanfermines, la plaza de Santo Domingo en Logroño que es un icono del Camino de Santiago y capitales como Burgos o León.