El ganadero jerezano Francisco de Borja Domecq Solís, propietario del hierro de Jandilla y que fue ingresado la noche del jueves en estado grave en el Hospital de Mérida al sufrir un edema pulmonar agudo, sigue grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y "no se teme por su vida", señaló ayer su hijo Borja.

Agregó que el Servicio Médico de Guardia de la UCI ha comunicado a la familia que "está tolerando bien la medicación prescrita por los especialistas", que está "en estado estable" y que la rehabilitación en estos casos es "muy lenta". El suceso se produjo mientras Borja Domecq se encontraba en el Centro Cultural Alcazaba emeritense para recibir un trofeo concedido por la Federación Taurina de Extremadura, y dentro de la cuarta edición de la gala de esta entidad.

La indisposición del ganadero, propietario de la ganadería Jandilla, que pasta en la finca Don Tello, próxima a Mérida, fue comunicada a los presentes por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que asistía también a este acto. Fue el propio vehículo oficial del presidente extremeño el que trasladó al ganadero hasta el hospital, poco antes de las nueve de la noche.

Según los servicios médicos del Hospital de Mérida, la rapidez con la que se pudo atender a Borja Domecq fue fundamental para poder alejar el peligro de colapso y que su vida no corriera peligro, pudiéndosele tratarle convenientemente y posteriormente estabilizarle. Los servicios médicos emeritenses prevén llevar a cabo nuevas pruebas al afamado ganadero para determinar si concurre algún tipo de afección cardiaca en su estado de salud.