Blanca Fernández Ochoa, la única mujer española medallista en unas Olimpiadas de invierno (bronce en Albertville´92 en la prueba de slalom gigante), sigue muy vinculada al deporte aunque ya han pasado más de 18 años desde que se retiró. Ahora es miembro de la Asociación Deporte y Vida, una organización que trata de fomentar el deporte como la mejor alternativa para apartar a los niños y jóvenes del mundo de la droga.

--¿Es el deporte la mejor herramienta para apartar a los niños de la droga?

--Evitar las drogas es, sobre todo, una cuestión de educación. Pero no solo educa el colegio y los padres, educan los hermanos, los amigos, los entrenadores..., y aquí es donde nosotros tratamos de incidir.

--¿Enseña el deporte a ser mejor persona?

--Sí, sin duda. Aparte de reforzar la autoestima, hay valores como el compañerismo, la perseverancia, el esfuerzo, el sacrificio..., que juntos son el cóctel perfecto para formar una buena persona.

--Disciplina, esfuerzo, parecen conceptos un tanto alejados de la generación ni-ni ...

--No creo que sea exactamente así. Hay de todo y si rascamos seguro que salen muchos jóvenes para los que esos conceptos son algo muy importante. Sí es verdad que a la gente le cuesta, pero es un poco la forma en la que vivimos, en la que buscamos la comodidad.

--El deporte, los deportistas, son un ejemplo para muchos niños, pero también hay muchos malos ejemplos, como aquellos que se dopan...

--El dopaje nos está haciendo mucho daño y a los que más, a los propios deportistas. Intentar ganar pasando por encima de tu propia salud es terrible. Y después está el mal ejemplo que damos a los niños, a los que parece que mostramos que lo único importante es ganar por ganar, no ganar mereciéndotelo.

--Hay que quedarse entonces con los buenos ejemplos...

--Nadal, Gasol, Alonso... son ejemplos fantásticos, pero a los niños también hay que enseñarles que para que salga uno de estos, miles se han quedado en el camino.

--¿El dopaje es una lacra imposible de eliminar?

--Creo que sí y la culpa de eso la tiene la ambición del ser humano, ese deseo de querer estar siempre arriba, de conseguir el triunfo a toda costa. Ganar haciendo trampa es algo que no concibo en el deporte.

--Campeones del mundo en fútbol, en baloncesto, una potencia del tenis... ¿Qué pasa con los deportes de invierno?

--Pues que tenemos una cantera muy limitada. Creo que ya es bastante raro que tengamos un campeón olímpico como es mi hermano, que haya salido una María José Rienda o que yo haya ganado una medalla de bronce.