Si el Bola --el protagonista de la película de Achero Mañas-- tuviera que dibujar a su familia, probablemente haría un garabato desgarrador en el que mostraría un padre de ceño fruncido y mano exageradamente grande. En el cine, el Bola era un niño salvajemente maltratado por su padre. Pero la realidad demuestra que España tiene muchos Bolas. Demasiados.

La estadística asusta. En cinco años, 38 menores han muerto víctimas de maltrato en sus hogares. El teléfono del menor (900 20 20 10) recibe al año más de 1.000 llamadas relacionadas con el maltrato. Seis de cada 100 niños sufren violencia física o psíquica. El 20% de las niñas --el 10% en el caso de los niños-- padecen abusos sexuales. ¿A manos de quién? De padres, madres, tíos, hermanos o conocidos de la familia.

Las cifras las desveló ayer el presidente de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI), Jesús García Pérez, en la presentación de Patitos Feos , un disco editado por iniciativa de Círculo de Lectores y de la compañía BMG que donará parte de sus beneficios a la lucha contra el maltrato infantil. "Apenas se habla de este tipo de agresiones, pero son algo más común de lo que la gente cree. El problema es que es muy difícil demostrarlo porque los niños normalmente callan las agresiones por vergüenza o por miedo a la venganza.", dijo.

Entrar en la mente de un Bola es una tarea bastante complicada. Pero sus dibujos pueden dar alguna pista. Un estudio de la FAPMI muestra casi 40 pinturas realizadas por menores maltratados. Una niña de 10 años plasmó en lo que quería para su padre: cadenas, flechas y amputación de genitales. Tras vivir su infierno a manos de su progenitor, la niña acabó en una residencia.