La central nuclear de Garoña (Burgos) se ha visto obligada hoy a realizar una nueva parada por motivos de seguridad, a causa del fallo prolongado de una válvula del pozo seco del circuito primario, cuya fuga de agua radiactiva del circuito primario ha sido imposible contener, según ha informado Greenpeace.

La empresa Nuclenor, propietaria de Santa María de Garoña, informó ayer, que se trata de una parada programada con el objeto de reparar una válvula auxiliar.

La organización ecologista, en una nota de prensa, ha pedido al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que dé información detallada sobre la fuga que Greenpeace da por cierta, del volumen de la misma y desde cuándo se está produciendo.

La organización ecologista ha advertido de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no ha emitido ninguna nota de prensa al respecto ni ha publicado información alguna en su página web.

"El fallo es importante ya que se trata de una fuga de agua radiactiva del circuito primario y no se trata de una simple parada de mantenimiento como tratan de aparentar desde Nuclenor", ha indicado Greenpeace.

La organización ha recordado el "lamentable" estado de seguridad de la central nuclear de Garoña y se ha quejado de que en julio del 2009 el Gobierno ordenara su cierre definitivo en el 2013, en lugar de haber ordenado el cese de su funcionamiento de forma inmediata.

TAREAS DE MANTENIMIENTO

La empresa Nuclenor, propietaria de Garoña, anunció ayer que ya la central se iba a desacoplar temporalmente hoy de la red eléctrica en una parada programada para reparar una válvula auxiliar dentro de las labores de mantenimiento.

Dicha válvula, según las explicaciones ofrecidas por la empresa, se encuentra en el interior de la contención primaria, área no accesible con el reactor en funcionamiento, por lo que la operación requiere llevar la planta a parada.

Según Nuclenor, en todo momento, tanto el Consejo de Seguridad Nuclear como los organismos competentes han sido informados de los trabajos a llevar a cabo durante la parada.

La planta de Santa María de Garoña llevaba funcionando 289 días de forma ininterrumpida, de acuerdo con la información facilitada por la empresa.