La evolución de la gastronomía en las últimas décadas ha dejado cuestiones sin regulación jurídica, tales como la protección de los derechos de autor sobre los platos o las estadias de formación que cocineros, profesionales o no, hacen gratuitamente en restaurantes. Sobre la necesidad de establecer un espacio jurídico que atienda las especificidades del sector han coincidido cocineros y juristas en el I Congreso Internacional de Gastronomía y Derecho, impulsado por la Real Academia de Gastronomía. Este congreso es el primer paso de lo que esperan se convierta en una ley Integral de Gastronomía, ha dicho el abogado Javier Cremades, para lo que también se ha puesto en marcha la Asociación Europea de Derecho y Gastronomía. También se pretende que la gastronomía española sea protegida con la declaración de bien de interés cultural. El presidente de la Federación de Cocineros y Reposteros de España, Mario Sandoval, ha dado la bienvenida a una iniciativa que busca resolver «el vacío legal de los cocineros y del sector». Uno de los temas abordados ha sido la protección de los derechos de autor en la cocina para evitar el plagio y se ha planteado también si se podrían proteger recetas tradicionales como las de la paella o el gazpacho para evitar que se desvirtúen. El letrado Julio González-Soria ha recordado que la finalidad del derecho de autor es «proteger a quien contribuye al crecimiento de la ciencia y de la cultura, y la creación culinaria cumple esos requisitos y tiene derecho a la protección». De cualquier manera, previamente habría que determinar «qué creación culinaria es artística, porque no todas lo son».