El estado norteamericano de Georgia ha derogado una ley de 1870 que prohibía el sexo fuera del matrimonio al considerarla anticonstitucional por invadir el derecho a la intimidad de los ciudadanos.

El alto tribunal tomó la decisión a raíz de la denuncia contra un joven de 16 años, sorprendido cuando estaba en la cama con su novia, también de 16 años, por la madre de ésta. El muchacho, Jesse McClure, fue denunciado y declarado culpable, por lo que tuvo que pagar una multa y escribir un texto en el que explicó las razones por las que no debería haber tenido relaciones.

El chico alegó que la ley, "invade flagrantemente la privacidad al regular la actividad sexual de personas que tienen edad para consentir legalmente" y le dieron la razón.