A unos cuatro kilómetros de altura sobre territorio del suroeste de Escocia, cerca de la localidad de Stranraer, hay una capa de unos 500 metros de grueso con una concentración anormal de ceniza, según una investigación con globos sonda realizada por la Universidad de Reading. La densidad de partículas es ínfima, de apenas un tercio de miligramo por metro cúbico, pero suficiente como para ocasionar problemas en los aviones, subraya el MetOffice, el servicio meteorológico británico.

A diferencia de los previsiones de polvo manejadas hasta ahora, en su mayor parte simulaciones informáticas a partir de modelos meteorológicos y volcánicos, los autores del trabajo insisten en que las mediciones, realizadas entre el lunes y el martes, no son especulaciones, sino datos muy "precisos". Se trata de la primera vez que se obtienen datos de este tipo en la actual crisis aérea, informó la universidad en su página web.

TÉCNICA DE MEDICIÓN

La técnica de medición utilizada fue desarrollada originalmente para estudiar las propiedades de las nubes de polvo del Sáhara con objetivos climáticos, pero ha resultado ser ideal para la medición des nube volcánicas. El instrumento mide el tamaño de las partículas y la concentración mediante un sistema de láser en miniatura que vuela a bordo del globo. La técnica también proporciona información detallada sobre la posición gracias a un GPS.

"A pesar del seductor cielo azul de Stranraer, las mediciones de globo meteorológico mostraron que, como estaba previsto, sí había una capa volcánica a unos cuatro kilómetros de altura. La mayoría de las partículas de la muestra tenían un diámetro de una micra, una milésima de milímetro, y eran muy duras y abrasivas. Parece que un tercio de miligramo por metro cúbico es poco, insiste el MetOffice, pero sí podría tener impacto en un avión comercial.