El Gobierno reiteró ayer su rechazo a la clonación humana con fines reproductivos --"nuestra postura es rotundamente negativa", dijo el vicepresidente Javier Arenas-- y se mostró muy cauto, más bien contrario, en cuanto a los fines terapéuticos. "Deberá estudiarse seriamente", subrayó la ministra de Sanidad, Ana Pastor. "La investigación requiere la unanimidad de los científicos", añadió Arenas. El PSOE, en cambio, apoyó los trabajos y José Luis Rodríguez Zapatero afirmó que, si gana las elecciones, no tolerará que nadie imponga sus creencias para "retrasar" el desarrollo de España. Pastor manifestó que "habrá que estudiar" los resultados de la clonación terapéutica antes de modificar la política del Gobierno español sobre la materia. La ministra subrayó que el Ejecutivo se mantiene "abierto a los avances".