El secretario general de Educación, Alejandro Tiana, optó ayer por hacer una lectura optimista de los magros resultados que arroja el informe de la OCDE. Aunque lejos de la cabeza, España va "en una dirección de aproximación hacia los países más desarrollados, con unos indicadores educativos que mejoran". Admitió, no obstante, que preferiría que la convergencia "fuera más rápida".

Tiana declaró "satisfactoria" la evaluación de la OCDE sobre España porque acredita que "se ha revertido una tendencia negativa de años anteriores y se refuerza otra positiva, que más jóvenes consiguen una titulación". El secretario general consideró que es una "necesidad social" ir mejorando la educación en formación profesional, ya que el porcentaje de alumnos que cursan estos estudios está por debajo de la media. "El informe refleja un mensaje claro: vale la pena educarse, social e individualmente. Es una mejora para uno mismo pero también a nivel social, porque la sociedad cuenta con personas más formadas y se produce un mayor rendimiento económico", apuntó Tiana.

El ministerio también defiende que hay una evolución positiva y que la situación está cambiando con respecto a otro punto flaco del sistema español: el poco atractivo para los estudiantes extranjeros.