La ministra de Sanidad, Elena Salgado, avanzó ayer que el Gobierno no va a emprender ninguna reforma legal en relación a la eutanasia pese al debate que se ha abierto en la sociedad después de conocerse el caso de Jorge León, un pentapléjico que apareció muerto en su domicilio de Valladolid junto a la máquina que le permitía respirar.

Ante este caso, y ocho años después del de Ramón Sampedro, las organizaciones pro eutanasia vuelven a reclamar que se regule esta práctica mientras las contrarias insisten en la necesidad de potenciar los cuidados paliativos.

Salgado, tras inaugurarse la Jornada Conmemorativa del 20 aniversario de la Ley General de Sanidad, fue tajante al afirmar que el Gobierno considera que "no corresponde ahora" hacer el debate sobre la eutanasia.

ESTRATEGIAS La ministra recordó que este tema se reabre cada vez que aparece un caso como el de Jorge León, un pentapléjico que, después de una insistente ayuda para morir, fue encontrado sin vida junto a la máquina que le era imprescindible para respirar.

Salgado subrayó que las personas tienen derecho a una muerte digna "y a eso" --precisó-- "se llama cuidados paliativos, que debe separse de la eutanasia".

Sobre esta última cuestión, la ministra avanzó que el Ejecutivo pretende aprobar a final de año "estrategias nuevas para intensificar los cuidados paliativos, lo que implica que los pacientes puedan tener sus últimas horas de vida sin dolor". No obstante, subrayó que es importante desligar el debate de los cuidados paliativos del de la eutanasia.

La Asociación de Médicos Progresistas, sin embargo, anunció ayer que "promoverá y solicitará a partidos políticos, sindicatos y asociaciones ciudadanas que se respeten las condiciones para aprobar leyes y normativas para despenalizar la eutanasia con los debidos controles legales, garantizándose así el respeto a la libertad y el derecho del ser humano a morir con dignidad".

Según esta organización, los españoles "ya están preparados para que se abra cuanto antes el debate". Los médicos progresistas consideran que el acortamiento de la vida de todo aquel que sufre una enfermedad incurable o irreversible es un derecho humano fundamental en todo estado laico, plural y democrático.

"La vida es un derecho pero jamás puede ni debe ser considerada un deber. Nadie puede ser obligado a vivir contra su voluntad ni tampoco a tener que agonizar o vegetar víctima de alguna enfermedad terminal, violentando la conciencia y el deseo en contra expresado por el enfermo", argumentan.

Frente a esta opinión, la plataforma ciudadana Hateoir.org cree que legalizar la eutanasia es pretender que la vida de los enfermos es menos digna. "Legalizar la eutanasia no es una conquista de la libertad, sino el camino para llegar a una sociedad que no respeta la dignidad y la libertad de sus enfermos y mayores, tal y como demuestran los estudios más rigurosos de los países que tienen aprobada esa medida", sostiene esta plataforma.