El Gobierno español presionó ayer a las autoridades de Senegal para que aceptaran la repatriación lo antes posible de 1.000 inmigrantes senegaleses llegados estos últimos días a las Islas Canarias. La comunicación la hizo ayer el embajador español en Dakar al director de Gabinete del ministro senegalés de Asuntos Exteriores, Mankeur Ndiaye, según informaron fuentes oficiales de ese ministerio.

Ayer, el ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, se reunió ayer en París con el presidente de Senegal, así como con los de Mali y Guinea Bissau y el primer ministro de Níger, para discutir sobre la oleada de inmigrantes a las Canarias, a donde ayer llegaron otros tres cayucos con 198 inmigrantes a bordo. Las misiones diplomáticas que España enviará en los próximos días estarán centradas en temas como la "repatriación de algunos" de los inmigrantes recién llegados.

Fuentes oficiales de Senegal avanzaron que una medida que está sobre la mesa es el envío de aviones a España en busca de esos inmigrantes para repatriarlos. En octubre, Dakar ya los mandó para recoger a los detenidos en las redadas en los bosques cercanos a Ceuta y Melilla.

El embajador le preguntó al director de Gabinete cuales iban a ser las medidas que el Gobierno de Dakar pensaba tomar para intentar frenar la salida de piraguas que cargadas de inmigrantes. Fuentes oficiales senegalesas reconocieron que las costas de su país se han convertido en un nuevo punto de partida para la inmigración clandestina después del aumento de la vigilancia policial en las playas del norte de Mauritania.

La mayoría son embarcaciones de pesca cargadas de inmigrantes que zarpan de la región de Thief y de Dakar. En esas playas se ha producido una salida masiva de cayucos. "Solo de la ciudad de Rifisque, a 15 kilómetros de Dakar, han salido al menos 50 embarcaciones", señaló un periodista senegalés.

La prensa senegalesa ya hace días que habla de esa nueva ruta. Le Témoin ya informó de una operación de la gendarmería que interceptó un cayuco a punto de zarpar. Se pagan entre 600 y 750 euros por un pasaje.

DESDE CANARIAS El consejero de la Presidencia del Gobierno de Canarias, José Miguel Ruano, reclamó ayer, por su parte, que la llegada de inmigrantes al archipiélago sea considerada un asunto de Estado y que Zapatero reciba cuanto a su presidente.