José María Aznar ya ha puesto fecha para recibir a Pasqual Maragall en la Moncloa. El primer encuentro del presidente del Gobierno con el nuevo mandatario catalán tendrá lugar el 8 de enero, un día después de que reciba a la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre. Fuentes oficiales admitieron ayer que la ausencia de terrorismo en Cataluña ha "complicado" al Ejecutivo central su estrategia frente a Maragall, por la falta de argumentos "morales" para equipararlo al lendakari Juan José Ibarretxe.

En círculos de Aznar y del dirigente catalán se afirmaba ayer que ambos líderes, cada cual por sus razones tácticas, prevén escenificar en el encuentro la necesidad de preservar las relaciones institucionales por encima de discrepancias ideológicas. Sin embargo, allí terminarán las coincidencias, ya que Maragall expondrá al inquilino de la Moncloa su programa de Gobierno, que incluye la reforma de la Constitución y del Estatuto catalán, así como un nuevo sistema de financiación autonómica.

Pese a su conocido rechazo a cualquier modificación del marco institucional, Aznar esgrimirá ante el líder catalán un discurso más matizado que el que ha mantenido con Ibarretxe. El jefe del Ejecutivo centrará la polémica más en la solidaridad autonómica que en los riesgos de ruptura territorial.

LA FORMULA Por su parte, el consejero jefe del Gobierno catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, se mostró ayer convencido de que el tripartito habrá dado antes del verano con una fórmula "imaginativa y práctica" para poder complementar las pensiones más bajas, sorteando la ley del PP que prohíbe a las comunidades conceder estas ayudas.