El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, avanza que la futura ley de libertad religiosa limitará el uso del burka y el niqab en espacios públicos, como ya han decidido algunos ayuntamientos en Cataluña.

Caamaño hizo este anuncio en la sede de su departamento tras presentar la memoria de 2009 de la Fundación Pluralismo y Convivencia, entidad pública que se dedica a financiar proyectos de minorías religiosas.

Sobre si la futura norma va a prohibir el burka, el ministro aseguró que es algo que "lo tendrán que decidir las Cortes Generales", aunque anuncia que el Ejecutivo es partidario de alguna restricción.

Caamaño afirma que "hay elementos como el burka que son difícilmente compatibles con la dignidad del ser humano y sobre todo con elementos fundamentales en los espacios públicos como es la identificación". Y añade que "lo coherente es que no existan prendas de esta naturaleza, que sean difícilmente compatibles con su utilización en las actividades o en escenarios públicos".

Razones de seguridad

El ministro pone como ejemplo el caso de un profesor que necesita ver el rostro de una alumna para saber "cómo se encuentra psicológicamente". Insiste en que en la Ley de Libertad Religiosa tendrá "que adoptar medidas sobre qué ocurre con aquellos símbolos que impiden la identificación de personas en lugares públicos", puesto que "hay razones de seguridad".

No obstante, remarca que "hay algo más importante" respecto al burka y es que, tanto esta prenda como otros "atuendos religiosos", puedan considerarse "vejatorios para el ser humano". A su juicio, el burka no respeta la dignidad del ser humano "y, particularmente, la dignidad de la mujer".

Respecto a que haya ayuntamientos catalanes que ya hayan prohibido el uso del burka en espacios públicos, Caamaño dice que le parece "bien", ya que "cada uno es responsable de sus propios actos y deberán responder después de ellos". En todo caso, insistió en que no considera que el burka sea "el gran problema de la libertad religiosa en nuestro país".

En todo caso, el ministro remarcó que "lo que hay que buscar es un criterio de proporcionalidad entre la actividad que se desarrolla en el espacio público, que no siempre es lo mismo, y el sentimiento de libertad religiosa". Además, apuntó que cualquier regulación "no va a solventar todos los casos" aunque añadió que luego están los jueces para interpretar las leyes.

Protesta islámica

La Comisión Islámica de España ha manifestado hoy su "impresión de que existen intereses electorales" tras las prohibiciones del burka y el niqab en los espacios municipales. Para el secretario general de esta organización y presidente de la Junta Islámica, Mansur Escudero, "se está creando un problema donde no lo hay" con la idea de "captar el posible voto islamófobo".

Además, recordó que el uso de estas prendas "no es una prescripción religiosa, ya que obedece a costumbres de los países de origen". Por tanto "es una cuestión cultural" y además "son pocas las mujeres que lo llevan", subrayó Escudero. En su opinión, el burka y el niqab "pueden resultar algo extravagantes", pero su uso entra "dentro de la libertad personal de las mujeres" y prohibirlo sería inmiscuirse en su derecho a la propia imagen, sentenció.