El Ministerio de Medio Ambiente presenta hoy al Consejo Nacional del Clima un plan global para luchar contra el cambio climático que solo incluye como compromiso tangible la propuesta europea de que el 20% de la energía proceda de fuentes renovables en el año 2020. También incluye el control de los aparatos de aire acondicionado, los electrodomésticos, los locales comerciales y el alumbrado público. Pero en el terreno impositivo y tarifario, el documento reitera las vagas formulaciones anunciadas hasta ahora por el Gobierno sobre la fiscalidad verde, sin concretar ninguna medida.

La Estrategia española de cambio climático y energía limpia, que así se denomina el documento, es producto de varios años de negociaciones entre siete ministerios y de su contenido se deduce cuáles han colaborado activamente y cuáles han vetado la inclusión de medidas más concretas. En el texto consta, por ejemplo, una vaga alusión a la "incorporación de criterios ambientales en el impuesto de matriculación, de modo que los vehículos resulten gravados en función de la contaminación que produzcan". El borrador de decreto que establecía esta medida en concreto está frenado por la vicepresidencia económica.

En algún apartado, como el del aumento de las tarifas eléctricas para adaptarlas a los precios de las materias primas, se queda aún más corto de lo que pregonaba el Gobierno. "Establecer modificaciones en el sistema de tarificación de los productos energéticos donde se incluyan los costes externos medioambientales y se desincentiven los consumos excesivos", propone el texto. Más concreto es el plan en el apartado de objetivos de ahorro y eficiencia energética. Fuentes del sector de las energías renovables valoraron positivamente que España asuma como propias varias propuestas de la Comisión Europea, como la del 20% de energía primaria verde en el 2020.