El Consejo de Ministros aprovechó ayer la promulgación de un real decreto para subir los impuestos del tabaco para dar marcha atrás y permitir a los quioscos de prensa la venta de cigarrillos a sus clientes. La nueva medida exige que estos establecimientos dispongan de autorización por parte del Ministerio de Economía y Hacienda. Actualmente, según datos oficiales, sólo 512 de los 30.000 quioscos de toda España disponen de este permiso.

El decreto establece que el suministro de tabaco deberá realizarse a través de máquinas expendedoras situadas siempre en el interior de los quioscos y que quedan excluidos de la autorización aquellos establecimientos que estén ubicados en centros públicos o comerciales en los que la ley prohibe fumar y, por tanto, vender tabaco.

Para el Gobierno no se trata de una marcha atrás. El secretario general técnico del Ministerio de Sanidad, José Ignacio Vega, aseguró que supone una "modificación leve", ya que se mantiene la filosofía de contar con un mercado "ordenado y controlado". Así, siguen las dos vías de venta, la venta manual a través de los estancos y la controlada a través de las máquinas expendedoras.

Los quiosqueros, según Sanidad, deberán tener la máquina en el interior de sus establecimientos, extraer de ella el producto demandado y controlar en todo momento la edad del comprador, ya que la ley establece sanciones de hasta 10.000 euros.

El Consejo de Ministros no sólo restableció el aumento anulado el jueves en Congreso, sino que aprovechó para subir más las tasas, como había anunciado el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes.

El decreto trata de poner freno al tabaco barato con una subida de los impuestos especiales de al menos 1,10 euros para todas las cajetillas. Además, se eleva el tipo impositivo ad valorem en 1,05 puntos porcentuales y el específico, en dos euros por mil cigarrillos. Esto se traduce, por ejemplo, en un subida de 35 céntimos para una cajetilla que ahora cueste 2,35 euros.

El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), que agrupa a 39 sociedades científicas y médicas, consideró positiva la subida pero la tachó de "insuficiente". "Se debería exigir unos impuestos mínimos a la industria tabaquera de dos euros por cajetilla", pidió su presidente.

APLAUSO DE ESTANQUEROS Sin embargo, el decreto fue aplaudido por los estanqueros, ya que incluye medidas de apoyo a este sector con un margen transitorio complementario del 0,25%, que se suma a la comisión que actualmente perciben. El presidente de la Organización Nacional de Asociaciones de Estanqueros, Felipe Plaza, dijo que el Gobierno se ha comprometido a implantar un precio mínimo de dos euros antes del 2007.